Chile da su primer paso para nacionalizar la industria del cobre

Una propuesta que abre la puerta a la nacionalización de algunas de las mayores minas del mundo fue aprobada el martes por una comisión en el marco de la redacción de una nueva Constitución en Chile.

La votación de los miembros de una comisión de medio ambiente, de 13 a 6, es un primer paso hacia la probable aprobación de esta propuesta, la cual requeriría el apoyo en última instancia de dos tercios del pleno de la asamblea para formar parte del proyecto de Constitución que se presentará a los votantes chilenos a finales de este año.

La votación parece ir acorde con la promesa de campaña del recién elegido presidente Gabriel Boric de "enterrar" el modelo económico neoliberal y aumentar los impuestos a los "súper ricos" para mejorar los servicios sociales, luchar contra la desigualdad y mejorar la protección del medio ambiente.

Sin embargo, el riesgo de que se apruebe una medida de este tipo parece relativamente bajo en la nación andina, rica en cobre y conocida por su respeto a las reglas del mercado, ya que de aplicarse perturbaría la economía de Chile, los mercados de metales y la transición mundial hacia la energía limpia, informó Bloomberg.

Las acciones de algunas empresas con minas en Chile, como Albemarle Corp. y Anglo American Plc.  perdieron valor, mientras que el peso también registró una caída tras la votación.

Pero los inversionistas no son los únicos que muestran una "extrema preocupación" ante la amenaza de una nueva nacionalización de la industria del cobre chilena.

Diego Hernández, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, señaló en un comunicado que la reciente votación no considera el impacto que una medida así tendría en la sociedad chilena.

"Es una decisión indignante, con claros y evidentes errores jurídicos. Se ha aprobado nacionalizar el cobre, pero el cobre actualmente pertenece al Estado chileno. Por lo tanto, esta medida sólo significa nacionalizar las empresas, no los recursos naturales, que es lo que queremos proteger", aseveró.

El cobre fue nacionalizado por primera vez por el gobierno de Salvador Allende en 1971 y, si bien el gobierno abrió la industria a las empresas privadas en la década de 1990, la mayoría de las minas de cobre en Chile son controladas por la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco).

"Una nacionalización tendría graves consecuencias para nuestra economía en un contexto de globalización, ya que las empresas afectadas recurrirán a los tratados para defender sus legítimos intereses", añadió.

Pero los miembros del Congreso Constitucional han asegurado a los votantes que la nueva carta magna aún podría sufrir ajustes, adiciones o incluso supresiones, ya que todas las medidas deberían considerarse dentro del panorama general de una votación de referéndum.

Los debates sobre el contenido de la nueva Constitución comenzarán el 15 de febrero, pero las decisiones del órgano, dominado por independientes y políticos de izquierda, han generado incertidumbre en muchos sectores.

En las últimas semanas, la industria minera ha pedido al Gobierno que dé una señal a los mercados de que Chile preservará las leyes que han permitido al mayor productor de cobre del mundo -y segundo de litio- prosperar y dominar los mercados globales. La alternativa, advierten, podría afectar negativamente a la industria en los próximos años.