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Terrorismo

Boric se compromete a poner fin al estado de excepción en el sur de Chile

Desde la aplicación del decreto de Sebastián Piñera, la violencia rural en la región ha disminuido en 44%

Febrero 17, 2022 2:50pm

Updated: Febrero 22, 2022 12:49pm

En octubre del año pasado, el presidente chileno Sebastián Piñera declaró el estado de emergencia en las regiones meridionales de Chile, con lo cual facultó a las Fuerzas Armadas a colaborar con las fuerzas de seguridad nacionales para hacer frente a más de 1.000 denuncias de violencia terrorista en las regiones de Arauco y Biobío.

Desde entonces, la medida ha sido renovada 8 veces por el Congreso chileno y fue ampliada para incluir las provincias de Cautín y Malleco, informó Infobae.

Según datos del gobierno de derecha, el decreto de Piñera ha sido un éxito, ya que desde su aplicación, la violencia rural ha disminuido en un 44%, al pasar de 499 casos denunciados en los 100 días anteriores al estado de excepción a 277.

Al respecto, Pablo Urquizar, delegado presidencial encargado del seguimiento de la región, indicó que las tácticas del gobierno han contribuido a reducir los casos de delincuencia violenta en la región.

"El informe es claramente positivo. El objetivo propuesto de reducir los actos de violencia se ha conseguido y así lo demuestran objetivamente los datos. Ha habido menos agresiones y menos robos", señaló.

Urquizar argumentó que el objetivo de la administración nunca fue erradicar completamente la violencia, ya que el conflicto en el sur de Chile lleva décadas, pero advirtió que la administración entrante de Gabriel Boric debería aceptar que el estado de emergencia ha sido una herramienta política eficaz.

Poco después de su elección, el presidente entrante Boric afirmó que su administración trabajará para poner fin al estado de emergencia y anunció que planea retirar a casi 2.000 militares tan pronto como asuma el cargo el próximo 11 de marzo. En su lugar, se implementarán nuevas plataformas de diálogo entre los grupos terroristas mapuches armados y el Estado.

Asimismo, la ministra del Interior entrante, Izkia Siches, declaró a periodistas locales que el estado de emergencia "no ha logrado el objetivo de reducir la violencia" y que "hay civiles no mapuches que parecen beneficiarse del conflicto".

La violencia ha aumentado en la región chilena de la Araucanía en los últimos meses y la mayoría de los incidentes se han relacionado con militantes mapuches que exigen el reconocimiento de las tierras ancestrales de su comunidad. En la actualidad, los ataques incendiarios contra la maquinaria y las tierras se producen casi a diario y el asesinato de civiles es habitual.

Pero los analistas se preguntan si el abandono del sur sería prudente en un momento en donde los mapuches se sienten en guerra con el Estado y demuestran su disposición a recurrir al terror civil para conseguir sus fines.

Poco después de la elección del exlíder estudiantil, un grupo terrorista radical del sur de Chile publicó un artículo en el cual rechazaba su elección y llamaba a aumentar la violencia política como medio de lucha en la región de la Araucanía.

En el artículo, la dirección de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) expuso la posición del movimiento guerrillero mapuche ante el nuevo gobierno, al que define como "esa nueva izquierda hippie, progresista y cool".

Según el grupo terrorista, las aspiraciones políticas de Boric "nacen en el marco de la relación interburguesa nacional e internacional" y no encajan en el marco de la independencia mapuche, ya que "el pueblo mapuche tiene su propio orden político-militar desde antes de la formación del Estado chileno".

El artículo también explica que la estructura de poder en Chile no ha cambiado. Por ello, la CAM mantendrá su uso de la fuerza para combatir "las expresiones del capitalismo en el Wallmapu (territorio mapuche)".

"Llamamos a nuestro rebelde pueblo mapuche a seguir resistiendo y a reivindicar la violencia política como instrumento legítimo de nuestra lucha, contra quien gobierna y quien sostiene el patrón de acumulación capitalista y su andamiaje colonial", concluye el artículo.