LAPD expresa "dolor" por muerte accidental de niña chilena de 14 años mientras los padres exigen "justicia"

El sueño de Valentina Orellana-Peralta de convertirse en ciudadana estadounidense y estudiar ingeniería robótica se quedó truncado apenas dos días antes de Navidad cuando un agente de la policía de Los Ángeles abrió fuego contra un hombre en el interior de una tienda de North Hollywood, hiriendo mortalmente a la adolescente.

Según las imágenes publicadas el lunes, la policía entró en Burlington Coat Factory respondiendo a la información acerca de un hombre que asaltaba a los clientes. Al encontrarse con el sospechoso, Daniel Elena-López, de 24 años, un agente disparó tres veces, matándolo. Una de las balas rebotó en el suelo y entró en el vestuario donde se escondían la víctima chilena de 14 años y su madre, Soledad Peralta.

La familia de Valentina, que dijo a los periodistas que se había marchado de Chile para huir de la violencia, organizó el martes una conferencia de prensa ante la sede de la policía de Los Ángeles y pidió justicia y responsabilidad policial.

La familia estuvo acompañada por Ben Crump y Rahul Ravipudi, afamados abogados de derechos civiles a los que contrató.

Hablando a través de un intérprete, Peralta recordó con lágrimas en los ojos cómo ella y su hija se estaban probando ropa en el vestuario de la tienda cuando escucharon a la policía enfrentarse al sospechoso en el exterior del local. Se abrazaron y rezaron, pero Peralta recuerda la sensación de impotencia que sintió mientras su hija agonizaba en sus brazos. "No pude hacer nada", dijo.

"Ver morir a un hijo o hija en tus brazos es uno de los dolores, los más grandes y profundos, que cualquier ser humano puede imaginar", dijo Soledad Peralta, la madre de la víctima. "Ahora, nuestro dulce ángel nos ha dejado para siempre. Por favor, danos fuerza, Valentina".

El padre de Orellana-Peralta, que voló desde Chile, apareció angustiado mientras recordaba entre lágrimas los sueños de su hija de integrarse en la sociedad estadounidense.

"No tengo palabras para describir lo que estoy pasando, especialmente en estas fiestas", dijo el padre de Valentina. "No puedo dormir... Lo único que quería era convertirse en ciudadana estadounidense. Una vez le dije que nos fuéramos de este país. 'No, papá', dijo ella. ‘Este es el país más seguro del mundo, un país de oportunidades'. Ahora mi hija ha perecido a manos del Estado".

"A la niña le han arrebatado el sueño americano", dijo el tío de Valentina, Rodrigo Orellana, a Chilevisión a principios de esta semana.

"Todos huyeron a los probadores y, lamentablemente, la bala la encontró a ella", agregó. "Se supone que son el mejor departamento de policía del mundo y le dieron un balazo".

El capitán del Departamento de Policía de Los Ángeles, Stacy Spell, dijo que la investigación está en sus primeras etapas, pero que también será revisada por representantes del Departamento de Justicia de California, la Oficina del Fiscal General del Estado y la Oficina del Inspector General.

En un comunicado el martes, la junta directiva de la Liga de Protección de la Policía de Los Ángeles ofreció sus condolencias, diciendo: "Las palabras no pueden transmitir nuestro absoluto dolor por la pérdida de Valentina Orellana-Peralta".

"Rezamos por la familia de Valentina mientras se enfrenta a esta tragedia insoportable y también rezamos por el oficial involucrado en este incidente, ya que está devastado por lo ocurrido".

La semana pasada, el jefe de policía Michel Moore dijo a los periodistas:

"Este caótico incidente que ha provocado la muerte de un niño inocente es trágico y devastador para todos los implicados. Lamento profundamente la pérdida de la vida de esta joven y sé que no hay palabras que puedan aliviar el inimaginable dolor de la familia."

El oficial, cuya bala mató accidentalmente a Valentina se encuentra actualmente de licencia administrativa remunerada durante al menos dos semanas.