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Crimen y Corrupción

California: Reclusas establecen demanda por traslados de transgéneros a cárceles de mujeres

Las reclusas alertan riesgo de acoso sexual, violación y enfermedades de transmisión sexual en las prisiones. Afirman que se están violando los derechos consagrados en la Primera y en la Octava Enmiendas con consecuencias aterradoras. 

Noviembre 18, 2021 11:13pm

Updated: Noviembre 19, 2021 5:13pm

El Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California (CDCR) está violando los derechos de las reclusas, consagrados en la Primera Enmienda de la Constitución, al eliminar las referencias masculinas en sus quejas sobre el traslado de mujeres transexuales (hombres biológicos) a las instalaciones carcelarias, según denuncia un grupo feminista crítico con la identidad género.

Es la reclamación más inusual en una demanda federal y fue presentada esta semana por el Frente de Liberación de la Mujer (WoLF) en nombre de las reclusas Janine Chandler, Krystal González, Tomiekia Johnson y Nadia Romero, que alegan ser víctimas de violencia sexual o doméstica.

Reclaman la constitucionalidad de la Ley 132 del Senado de California, que lleva 10 meses en vigor. La ley permite a los presos elegir su identidad de género a efectos de internamiento —e incluso de registro corporal— independientemente de la cirugía de reasignación de sexo o de la terapia hormonal.

Cuando Romero presentó una queja por haber sido "toqueteada por un hombre en su unidad", y González solicitó un alojamiento para un solo sexo, después de que un recluso transgénero la agrediera sexualmente, los funcionarios de la prisión describieron a sus agresores como mujeres o mujeres transgénero.

Ser alojado con presos transgénero, autoidentificados como hombres anatómicos, constituye un castigo cruel e inusual que viola la 8ª Enmienda, y viola los derechos de igualdad de protección de la 14ª Enmienda, afirma la demanda.

Pone a las mujeres biológicas, cuyas instalaciones ya están superpobladas, en un "riesgo sustancialmente mayor de acoso sexual, agresión sexual, violación y violencia física", así como de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y miedo psicológico a esos daños, un "castigo no oficial".

Dado el marcado desequilibrio entre el número de hombres y el de mujeres que solicitan el traslado a las prisiones del sexo opuesto, la ley "transforma funcionalmente el sistema penitenciario de California, que deja de estar separado por sexos... para convertirse en un sistema compuesto por centros para hombres y centros mixtos".

Esta primavera, Los Angeles Times entrevistó a varios reclusos transexuales de prisiones masculinas que plantearon la cuestión de los reclusos que solicitan traslados a prisiones femeninas bajo falsos pretextos. El Proyecto Justicia para Personas Transgénero con Variaciones de Género e Intersexuales también criticó la ley por exigir únicamente la autoidentificación.

La directora ejecutiva de WoLF, Mahri Irvine, dijo a Just the News que "la gran mayoría de las mujeres encarceladas han sufrido antecedentes de violencia sexual y/o doméstica, cometida por hombres", incluso si los registros médicos de la prisión no documentan condiciones como la ansiedad.

"Es una suposición lógica que muchas mujeres supervivientes experimenten angustia psicológica, miedo o ansiedad cuando se ven obligadas a compartir espacios cerrados y a estar desnudas o semidesnudas en presencia de hombres", escribió Irvine en un correo electrónico.

Gas pimienta "más fuerte" y preservativos

Muchas de las alegaciones fueron presentadas hace meses por WoLF y la organización sin ánimo de lucro para ex delincuentes Woman II Woman, otra de las demandantes.

Una de las afirmaciones más explosivas fue que las reclusas empezaron a dormir por turnos con horarios para que siempre hubiera alguna despierta, a fin de evitar la agresión sexual por parte de los reclusos "anatómicamente masculinos".

Funcionarios del CDCR negaron anteriormente otra denuncia según la cual el personal de la prisión de mujeres planteó cortar "los únicos árboles de sombra" de los que podían disfrutar las reclusas para que los varones biológicos no pudieran fabricar "armas" con la madera.

Los funcionarios de la prisión dijeron, supuestamente, a los miembros del Consejo Consultivo de Reclusos, en julio, que nadie sería "obligado a vivir con una mujer transexual" y que esos transferidos serían "puestos juntos durante su periodo de orientación". La ley no contempla ninguna de estas condiciones.

La demanda cita a un funcionario no identificado que dijo, en agosto, en una audiencia ante el Senado de California, "estamos frenando un poco" los traslados de transexuales, para garantizar "que estamos proporcionando un albergue seguro a nuestra población".

Just the News no pudo encontrar la fuente de esa cita, e Irvine dijo que su director legal no estaba disponible para proporcionar inmediatamente las pruebas específicas detrás de muchos alegatos, a menudo atribuidos a "información y creencia".

Entre los alegatos: El personal de la prisión dispone ahora de "un nuevo y más fuerte spray de gas pimienta" como mecanismo de previsión en caso de enfrentarse a reclusos más fuertes y propensos a los disturbios, y ha distribuido "al menos temporalmente" preservativos y folletos sobre el embarazo y las ETS a las reclusas.

En cuanto a la "alteración de las propias palabras, la percepción y el contenido de la acción correctiva solicitada por la reclusa denunciante" cuando esta presenta quejas administrativas contra el traslado de "hombres", el CDCR está siguiendo el discurso obligado.

"Conociendo estas probables y previsibles consecuencias de hablar sobre los hombres alojados en instalaciones para mujeres (y en espera de ser trasladados), la libertad de expresión de las demandantes se ve coartada por la S.B. 132", afirma la demanda.

Sin embargo, no alega que se haya castigado a ninguna reclusa por utilizar, o se le haya advertido que no utilice, pronombres masculinos en relación con los reclusos transgénero, que es una alegación típica en otras demandas relacionadas con la Primera Enmienda.

La ley tampoco contempla que las "genuinas creencias religiosas de una mujer" le prohíban compartir alojamiento o instalaciones íntimas con un hombre, lo que viola la Cláusula de Establecimiento, dice la demanda.

Un "proceso de revisión exhaustivo"

A pesar de que WoLF y Woman II Woman dijeron en junio que los traslados de transexuales se habían "acelerado drásticamente" durante algunos meses, la demanda señala que se han completado 23 y que casi 300 reclusos transexuales están a la espera de la aprobación de las solicitudes de traslado.

La secretaria de prensa del CDCR, Dana Simas, dio a Just the News cifras oficiales diferentes y también utilizó terminología distinta.

Hasta el 18 de octubre, 276 reclusos en instalaciones masculinas han solicitado traslados; siete fueron denegados, 10 "cambiaron de opinión" y el resto están en proceso de revisión, escribió en un correo electrónico. Ocho reclusas de centros femeninos han solicitado el traslado.

Veinticinco de los 41 traslados de transexuales aprobados han sido colocados en un centro de mujeres hasta el 22 de octubre, indicó Simas.

Dana Simas se negó a hacer más comentarios, excepto para destacar el "proceso de revisión exhaustivo" del CDCR para las "solicitudes de alojamiento basadas en el género" y señalar que las leyes federales y estatales imponen "disposiciones específicas para las personas no conformes con el género" en sus prisiones.  Al hablar de "género" alude a una cuestión identitaria, no al sexo en el estricto sentido de su definición biológica.