California rechaza la prohibición de la caza de osos y se pone del lado de los biólogos

Los reguladores de la vida silvestre de California rechazaron el jueves una petición de los defensores del bienestar animal para prohibir la caza de osos negros.

La Comisión de Caza y Pesca de California votó 3 a 0 en contra de la petición de la Sociedad Humana de los Estados Unidos (HSUS, por sus siglas en inglés) de detener la temporada de caza de osos en otoño, su segundo intento en menos de dos años.

La HSUS argumentó que la población de osos de California podía haber sido perjudicada por los incendios forestales que habían devastado el estado.

A pesar de ello, los comisionados se pusieron del lado de los biólogos estatales, quienes afirmaron que la población de osos había crecido de forma constante en las últimas décadas hasta el punto de que los osos se habían expandido a nuevas zonas en las que no habían estado. Los científicos también presentaron datos que, según ellos, mostraban "de forma concluyente que la población de osos de California no está experimentando un declive, y que las evaluaciones actuales pueden incluso estar subestimando la población".

Se calcula que la población de osos de California es de unos 30.000 a 40.000 ejemplares en todo el estado.

La HSUS ha realizado otros intentos para detener la caza de osos, como el patrocinio de un proyecto de ley del senador estatal Scott Wiener la primavera pasada que habría prohibido permanentemente la caza de estos ejemplares.

El demócrata de San Francisco retiró el proyecto de ley después de que las asociaciones de cazadores se organizaran para oponerse a él. Los cazadores argumentaron que la caza de osos no era cruel como la planteaban los activistas, sino respetuosa con la naturaleza. La ley les prohíbe desperdiciar la carne de oso, que guardan y comen, pero pueden ser citados por disparar a osas hembras con crías.

La cantidad de permisos de caza de osos se establece teniendo en cuenta la conservación, y las tasas son una importante fuente de ingresos para la agencia estatal de vida silvestre. 31.540 cazadores compraron permisos para cazar osos la pasada temporada de otoño, lo que generó casi 1,5 millones de dólares que se destinan a la gestión de la fauna y la conservación del hábitat.

Sin embargo, los cazadores solo mataron 1.186 osos.