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Madonna convirtió una playa de Brasil en la mayor discoteca del mundo
La reina del pop no les dio respiro a sus admiradores y fue encadenando uno tras uno los mayores éxitos DE sus 40 años de carrera durante el concierto
Mayo 6, 2024 9:44am
Updated: Mayo 6, 2024 10:29am
La cantante estadounidense Madonna convirtió la playa de Copacabana de Río de Janeiro en la mayor discoteca del mundo con un histórico concierto este fin de semana. Al polémico espectáculo acudió un público calculado en 1,5 millones de personas que no paró de bailar en dos horas y media del show.
La reina del pop encadenó uno tras uno los mayores éxitos de sus 40 años de carrera ante un público principalmente de mujeres y personas del grupo LGTBI, que coreó y bailó todas las canciones.
La diva, de 65 años, no defraudó a los que esperaron hasta doce horas para verla y se acercó a sus fans varias veces por las tres pasarelas que se desprendían del gigantesco escenario, de 812 metros cuadrados, montado en las arenas de la playa más conocida de Brasil.
Además, compartió su saludo con las cientos de personas que asistieron al concierto desde decenas de embarcaciones fondeadas frente al escenario, dentro del mar.
El público ya estaba animado a la hora en que su ídolo apareció en el escenario, a las 22:36 hora local (1:36 GMT del domingo), ya que el Dj estadounidense Diplo se encargó de calentar los motores con una selección que incluyó varios clásicos del funk, el género musical nacido en las favelas de Río de Janeiro.
La estadounidense, como en todas sus presentaciones, se cambió varias veces de vestimenta durante el espectáculo y vistió, incluso, un traje con los colores amarillo y verde de la bandera brasileña, los mismos con los que pintó sus uñas.
Pero también se ganó el público al llevar a un conjunto de niños percusionistas de una escuela de samba para acompañarla en la interpretación de La isla bonita, canción en la que vistió la camiseta de la selección brasileña de fútbol y en la que se presentó junto a la popular cantante y drag queen Pabllo Vittar.
Durante la presentación de exaltación a Brasil, en la que declaró su amor al país y dijo que no había un lugar mejor para su concierto que la playa de Copacabana, las pantallas exhibieron fotos de personalidades brasileñas como el educador Paulo Freire, la futbolista Marta Vieira, la concejala asesinada Marielle Franco y el líder indígena Raoni.
Poco antes había aparecido en el escenario al lado de la también popular Anitta, la única brasileña con la que ha grabado una canción, durante la interpretación de Vogue.
Tampoco faltaron los aplausos a los numerosos homenajes que rindió, principalmente en las gigantescas pantallas de televisión, a ídolos como Prince y Michael Jackson, a personalidades brasileñas que murieron de sida, como el cantante Cazuza, y a famosos líderes negros de ese país.
Con el concierto de este sábado, Madonna puso fin a la gira de conmemoración de sus 40 años de carrera, Celebration Tour, en la que hace un repaso de toda su carrera con sus mayores éxitos, como Like a Virgin, Holiday, Like a prayer y la mencionada La isla bonita.
El concierto fue histórico para Madonna, que nunca tocó para un público tan numeroso, pero también para Río de Janeiro, que registró una movilización de cerca de 60 millones de dólares con un único evento musical y cientos de miles de visitantes.
Pese a que las autoridades aún no han divulgado la cantidad de público que asistió al concierto, lo más probable es que la estadounidense haya superado la marca que lograron los británicos Rolling Stones en febrero de 2006, cuando atrajeron a 1,5 millones de personas también a la playa de Copacabana.