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Política

Brasil: miles de manifestantes toman por asalto los edificios del Congreso, la Presidencia y el Tribunal Supremo

Al grito de “Brasil es nuestro”, miles de personas tomaron por asalto este domingo las sedes del Congreso, de la Presidencia y del Tribunal Supremo, en Brasilia

Enero 8, 2023 9:40pm

Updated: Enero 8, 2023 10:20pm

Al grito de “Brasil es nuestro”, miles de personas tomaron por asalto este domingo las sedes del Congreso, de la Presidencia y del Tribunal Supremo, en Brasilia, exigiendo una intervención militar para echar al socialista marxista Luiz Inácio Lula da Silva del poder.

Apenas hace una semana que Lula ascendió a la presidencia, pero las protestas no han cesado. En esta ocasión los manifestantes avanzaron hacia los edificios gubernamentales desde el Cuartel General del Ejército, donde permanecen en pie de guerra desde que hace 2 meses, tras la derrota de Bolsonaro, rebasaron las barreras policiales e invadieron los edificios del poder Legislativo, el poder Judicial y la Presidencia en la Plaza de los Tres Poderes, demoliendo las fachadas de dos de los tres edificios y causando daños “irreparables” a artefactos de valor incalculable en las cámaras.

El movimiento  popular contra Lula exige que las fuerzas armadas de la nación lo expulsen del poder, y dicen que no se trata de un golpe de estado, sino una “intervención militar” prevista en la constitución brasileña en caso de una elección ilegítima.

La rebelión en Brasilia ocurrió mientras Lula estaba en el estado de Sao Paulo evaluando los daños de las recientes inundaciones

En una declaración pública Lula, luego de la acción policial para someter a los manifestantes, anunció una “intervención federal” oficial en Brasilia, consolidando los poderes de seguridad pública de varias agencias en manos de un funcionario de alto nivel cuidadosamente seleccionado, y acusó a la policía de actuar de “mala fe” al no evitar que los manifestantes asaltaran los edificios.

Los hechos de este domingo son la continuidad de más de 2 meses de protestas posteriores a las elecciones presidenciales de octubre, en las que Lula derrotó por estrecho margen al presidente Jair Bolsonaro en una segunda vuelta llena de polémica y denuncias de fraude.

Los manifestantes se oponen a la victoria de Lula, porque la consideran ilegítima, debido a varios factores: las condenas por cargos de corrupción de Lula mientras fue presidente, y a una auditoría de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2022, realizada por las Fuerzas Armadas de Brasil, que concluyó que no se podía garantizar la ausencia de fraude o irregularidades. Tras la auditoría Bolsonaro pidió la anulación de las elecciones.

A las 7 de la noche  la policía había recuperado el control de los edificios públicos, pero los enfrentamientos entre policías y manifestantes continuaba.

Lula acusó a Bolsonaro de “estimular la invasión de los tres poderes”. Y Bolsonaro reaccionó en Twitter diciendo: “Las manifestaciones pacíficas, conforme a la ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla”.

El líder del PL, partido de Bolsonaro, Valdemar Costa Neto dijo en una declaración que lo ocurrido “es una vergüenza para todos nosotros y no representa a nuestro partido, no representa a Bolsonaro”.

Los presidentes Alberto Fernández, de Argentina, Gabriel  de Chile, y Gustavo Petro, de Colombia, manifestaron su respaldo a Lula.

”Es hora, urgente reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática”, ha publicado Petro en su cuenta en Twitter.

Mientras que Pedro Abramovay, director para América Latina de Open Society, la organización financiada por el controversial millonario George Soros, considera que el asalto es “un intento de golpe de Estado, un intento violento de derrocar al Gobierno democráticamente elegido con el apoyo de las fuerzas policiales”.

Cristina Kirchner, por su parte, comparó en su cuenta de Twitter la rebelión en Brasil con lo ocurrido en el capitolio de EEUU el 6 de enero de 2021.

Y Evo Morales dijo: Hacemos un llamado a que la comunidad internacional, los organismos multilaterales y gobiernos democráticos formen un solo bloque de defensa de la democracia en #Brasil. El golpismo no pasará. La democracia prevalecerá. Todo nuestro apoyo al hermano Lula y a su pueblo”.

En Twitter Lula acusó de fascistas a los manifestantes: “Debes haber seguido la barbarie en Brasilia hoy. Esa gente que llamamos fascista, lo más abominable de la política, invadió el palacio y el Congreso. Creemos que hubo una falta de seguridad”

No faltó también la reacción del régimen castrista, a través del gobernante designado Miguel Díaz-Canel, quien condenó  "los actos violentos y antidemocráticos” en Brasil.