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Economía

Balanza comercial de Brasil bate récord histórico, ¿por qué ningún diario lo reporta?

La economía brasileña viene mostrando una resiliencia que no ha sido comentada en los diarios del mundo hispano y estadounidense

Enero 21, 2022 3:54pm

Updated: Enero 21, 2022 3:55pm

La economía brasileña viene mostrando una resiliencia que no ha sido comentada en los diarios del mundo hispano y estadounidense.

En el último año, a pesar de complicaciones como la pandemia e incluso una fuerte sequía en el país, Brasil registró el mayor superávit de la historia de su balanza comercial, totalizando 61,2 mil millones de dólares y obteniendo un aumento de 10,8 mil millones de dólares con relación a 2020. El flujo comercial (suma de exportaciones e importaciones) alcanzó el valor de 500 mil millones de dólares, con un aumento del 34,2% en las exportaciones y del 38,2% en las importaciones en relación al año 2020.

Las exportaciones brasileñas representaron el 67% de las mercancías (agrícolas o minerales) de las exportaciones totales, lo que demuestra la potencia agroindustrial en que Brasil se ha convertido. Con sólo el 2,5% de la población mundial, Brasil alimenta a mil millones de personas o el 12,5% de todo el planeta.

Solo el sector agrícola tuvo una participación del 20% en las exportaciones brasileñas, donde la soja representando el 70% de las ventas del sector, seguido de café. Ambos productos tuvieron un alza de precios en el contexto de la pandemia.

En la división por países, China es líder en exportaciones e importaciones realizadas por Brasil. Su participación fluctuó del 32,4% en 2020 al 31,3% en 2021 y alcanzó la impresionante marca de 87 mil millones de dólares. El superávit brasileño con la potencia asiática pasó de 33 a 40 mil millones de dólares.

EE. UU. ocupa el segundo lugar en las exportaciones brasileñas, pero muy por debajo de China con solo el 11% de lo que Brasil exportó (31 mil millones de un total de 280 mil millones). Debemos recordar que el superávit comercial de Brasil con China es mayor que las exportaciones totales de Brasil a los EE. UU. Argentina, por su parte, aún se mantiene como el tercer socio principal del gigante sudamericano y fue responsable de un total de 11.000 millones de dólares en exportaciones brasileñas.

Además de la balanza comercial favorable, también el PIB brasileño creció más de lo esperado a principios de año. En el año más duro de la pandemia (2020), el FMI dijo que Brasil caería 9,1%; al cierre de 2020: Brasil cayó un 3,9%. Este año también se observó la tendencia de estimaciones más negativas que la realidad. A principios de 2021, el FMI proyectó un crecimiento de 3,7%, y actualmente Brasil deberá confirmar un crecimiento de 4,5% en el año 2021.

En materia de deuda pública, aún en un año complejo por la pandemia, el Banco Central de Brasil en comunicado a la prensa del 30 de diciembre del año pasado informó que se había consolidado un superávit de 64 mil millones de reales en las cuentas públicas, en comparación al déficit de 651.000 millones en 2020, marcado por altísimos costes de la pandemia y las medidas de emergencia. Es una mejora notable que no debería pasarse por alto en un año que ha golpeado las cuentas públicas a nivel mundial.

La inflación en Brasil alcanzó el 10%. Es un número elevado, aunque hay que contextualizarlo. El respetado periodista JR Guzzo subrayó que este número no es señal de fracaso cuando en la mayor potencia del mundo, EE.UU., la inflación llegó al 7%, la peor inflación desde 1982. En otros gobiernos, la inflación en Brasil podría estar en niveles aún más altos. El periodista recordó que la inflación al final de la era Lula-Dilma en 2016 llegó al 14% sin haber una pandemia de proporciones globales, si no por una mala gestión económica. Yo agregaría al comentario de Guzzo el caso de Argentina. El país hermano, que sigue una política económica similar a la de Lula da Silva, tiene una inflación de 50% anual.

La conslusión de lo anterior es que uno debe tener mucho cuidado con lo que lee sobre Brasil por ahí. Es común ver medios de comunicación que, ya sea por afinidad con Lula da Silva o por un odio irracional al presidente Jair Bolsonaro, solo publican malas noticias sobre Brasil.

En cuanto al pronóstico para 2022, me baso en un análisis del economista y PhD Ubiratan Oirio, que ha adelantado argumentos que miran al pasado para imaginar escenarios de lo que podría suceder en Brasil este año. Dice Oirio que en 2021 hubo 4 grandes choques externos e internos: la pandemia; la interrupción de las cadenas globales de comercio; crisis hídrica que impactó la producción de energía; y la crisis hídrica que afectó la producción agrícola.

El economista también recuerda que la hidroeléctrica de Itaipu (la mayor hidroeléctrica de Brasil y la mayor del mundo hasta la construcción de las Tres Gargantas en China) registró su peor producción en 26 años y la cuenca del Rio Paraná tuvo su peor sequía en 70 años. En otras palabras, incluso con todos estos impactos, la economía brasileña demostró ser fuerte y resistente. Así, en un contexto de normalidad y de fin de la pandemia, el crecimiento debería ser más robusto este año. Añádase a eso la información crucial aportada por Oirio sobre inversiones privadas. El gobierno tiene un total de 131 subastas realizadas entre 2019 y 2021 que suman R$ 822 mil millones en inversiones privadas garantizadas. Esto es un notable aumento de las inversiones, lo único que garantiza un crecimiento sostenible para un país.

De hecho, Brasil podría volver a sorprender a los economistas más escépticos, que han apostado reiteradamente por un crecimiento siempre inferior al realmente alcanzado. Estas expectativas podrían verse amenazadas en caso de victoria del candidato a presidente del Foro de São Paulo, el Sr. Lula da Silva.