Experimentación de misiles rusos en el espacio tendrá efectos a largo plazo 

Funcionarios estadounidenses condenaron la prueba del Kremlin, de armas antisatélite, que impactó en un satélite espacial destruido este lunes. Los funcionarios consideraron que esa es la señal más reciente de los esfuerzos de Rusia por probar el desarrollo de sus armas en el espacio.

El Ministerio de Defensa ruso probó un misil antisatélite de ascenso directo que provocó la explosión del satélite ruso Teslina-D, que estaba en órbita desde 1982.

La explosión generó al menos 1.500 grandes piezas de escombros. Las autoridades indicaron que los restos pueden amenazar a los astronautas y a otros satélites, incluidos los Starlink de Elon Musk.

#18SPCS has confirmed the breakup of COSMOS-1408 (INTLDES 1982-092A, SCC 13552), which occurred on NOV 15, 2021. Tracking 1,500 possible associated pieces – analysis is ongoing. #spaceflightsafety #spacedebris @spacetrackorg

— 18th Space Control Squadron (@18SPCS) November 15, 2021

Las autoridades estadounidenses afirmaron que las pruebas de experimentación rusa pueden provocar daños a largo plazo en la órbita y causar una potencial caída económica mundial. Los desechos pueden interrumpir los servicios de telefonía y de banda ancha, la previsión meteorológica, los sistemas GPS y la radio y televisión satelital.

"El ensayo antisatélite realizado ayer por el ejército ruso deja claro que Moscú está dispuesto a amenazar el uso pacífico del espacio exterior, a militarizar aún más este dominio y a despreciar cualquier consecuencia para todas las naciones", declaró el martes el presidente de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Adam Smith.

El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, también calificó la prueba de "acto temerario" que podría amenazar a la Estación Espacial Internacional (ISS). El lunes, los astronautas de la ISS tuvieron que refugiarse en naves espaciales para evitar la trayectoria de un objeto procedente del estallido del satélite provocado por Rusia.

El martes, Rusia confirmó que estaba detrás de la prueba. Sin embargo, el Kremlin rechazó las acusaciones de poner en peligro la ISS.

“El pueblo estadounidense se merece una evaluación y una respuesta responsable a este suceso, y debemos hacer que Rusia rinda cuentas con el apoyo de nuestros aliados y socios", declaró Smith.