Elecciones en Paraguay: la dupla conservadora encabeza las encuestas

Con actos masivos, este viernes se cerró una intensa campaña electoral en Paraguay, mientras entraban en vigor las prohibiciones legales que suspenden todo tipo de publicidad política, a la espera de que los ciudadanos del país vayan a expresar su voluntad en las urnas.

La batalla se perfila entre el candidato de una coalición de fuerzas políticas de izquierda de todo calado, que encabeza el eterno aspirante presidencial Efraín Alegre, de 60 años, y Santiago Peña, de 44 años, quien encabeza a la derecha conservadora, que ha sido la eterna favorita del pueblo paraguayo a la hora de elegir a la máxima figura política de la nación.

Durante el cierre de campaña en Asunción, la capital del país, Peña, el candidato favorito de las encuestas, pidió a sus seguidores lograr este domingo 30 de abril “una victoria para el Paraguay, para que el 30 en la noche podamos decir que acá en el Paraguay, así como lo hicieron nuestros antepasados, que lucharon para defender la patria, nosotros, los colorados, nosotros, los paraguayos, saldremos a defender la república de Paraguay”, y la multitud lo premió con un sonado aplauso.

La izquierda, desesperada por tratar de tomar el poder, ha formado una “Concertación” de grupos políticos de todo signo, con Efraín Alegre a la cabeza, que ha hecho una campaña de desprestigio contra sus rivales, lanzando contra los “colorados” la acusación de haber convertido a Paraguay en un "narcoestado", mientras  califica al expresidente Horacio Cartes, quien respalda a Santiago Peña, como el Pablo Escobar paraguayo.

Pero pese a los ataques indiscriminados las encuestas apuntan a una contundente victoria del dúo conservador encabezado por Santiago Peña y su formula vicepresidencial Pedro Alliana. Mientras que Alegre, quien por tercera vez intenta llegar al poder,  aliado con Soledad Núñez como candidata a la vicepresidencia, parece destinado nuevamente al fracaso. 

Por supuesto, la izquierda ha acudido a su promesa eterna, la misma promesa que hace siempre en cualquier lugar del mundo en el que buscan tomar “el cielo por asalto”: felicidad. La más aspiracional e irrealizable promesa de todos los “progres” del mundo. La narrativa de la izquierda paraguaya es eterno lugar común:  si votas por ellos te van a hacer muy feliz. Según Alegre, sólo con ellos será posible que los paraguayos sean felices.

"El domingo vamos a derrotar al Pablo Escobar Gaviria paraguayo y a su Chili (sirviente) Santiago Peña, va a ganar la Patria ante la mafia", dijo Alegre en su cierre de campaña. Sus palabras tienen el tufo del discurso rancio de Fidel Castro, quien siempre calificaba al exilio cubano como la “mafia de Miami”. Y del incendiario Hugo Chávez, quien calificaba a las fuerzas políticas tradicionales de Venezuela como corruptas.

Alegre, como López Obrador en México y Petro en Colombia, quiere llegar al poder por insistencia, prometiendo el cielo y la tierra. A los 60 años busca por tercera vez convertirse en el próximo presidente del Paraguay.

Ante las predicciones que le favorecen, Peña ha dicho que las elecciones no se ganan con encuestas, sino “con el voto popular que se manifiesta el día de las elecciones".

En esta contienda son varios los asuntos medulares que se ponen en juego, porque Alegre está a favor de reconocer la posición de China sobre Taiwán. Y se posiciona del lado del gigante asiático, porque no puede ignorar que es “una pérdida de uno de los mercados más grandes, que es China".

Las elecciones presidenciales, a una sola vuelta, las ganará quien obtenga la mayor votación y no necesita una mayoría absoluta.

4,8 millones de electores también elegirán el próximo parlamento de 45 senadores y 80 diputados, así como a 17 gobernadores.

Paraguay ha sido un país donde las fuerzas conservadoras han gobernado durante décadas, y su estabilidad política se debe a las populares estrategias económicas, que han logrado que el país tenga una economía sólida, en franco crecimiento, que para 2023 se espera crezca un 4,8% del PIB.

Las últimas encuestas de intención de voto indican una victoria del candidato presidencial conservador (Colorado). La encuesta de Ati Snead Consultores realizada hace una semana, da a Peña un 42,9% (casi un punto más que el registro de marzo) y a su contrincante izquiedista  un 31,3% (más de 3 puntos), mientras que en el sondeo de Grau Asociados las cifras son de 39,8% contra 22,1% a favor del primero.

En los últimos 70 años, sólo una vez el Partido Colorado estuvo fuera del gobierno en este país latinoamericano, durante la presidencia del exobispo izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), cuya gestión al frente de la pequeña nación suramericana fue un total desastre, y tuvo que ser destituido, un año antes de cumplir su término presidencial.