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Narcotráfico

Cómo Ecuador pasó de ser un país de tránsito a centro de distribución de drogas en América Latina

Bandas criminales cada vez más poderosas, vinculadas a cárteles de la droga y a redes delictivas internacionales, compiten por el control territorial tanto dentro como fuera de las prisiones

Agosto 18, 2023 11:36am

Updated: Agosto 18, 2023 12:39pm

Ecuador, país conocido por su belleza natural y su diversidad cultural, se ha convertido en un punto crucial de la red mundial del tráfico de drogas. Lo que antes se consideraba simplemente un país de tránsito para el narcotráfico, hoy se ha transformado en un centro de distribución y almacenamiento de droga.

El portal especializado en crimenes InsightCrime definió a Ecuador como "uno de los principales puntos de embarque para el tráfico mundial de cocaína" en su informe anual para 2023.

El asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el pasado 9 de agosto en plena campaña política en Quito puso de manifiesto la cruda realidad de inseguridad y violencia que vive el país. El propio Villavicencio había colocado la seguridad y la lucha contra el narcotráfico en el centro de su programa electoral, subrayando la urgencia del problema.

Con una población muy inferior a la de Colombia y un territorio que es una fracción de su tamaño, Ecuador ha experimentado una transformación radical en su papel en el tráfico de drogas. El país, antes conocido principalmente como zona de tránsito, se ha convertido en un importante centro de distribución y almacenamiento de cocaína. Esta evolución se refleja en la creciente cantidad de droga incautada, la detección cada vez más habitual de laboratorios de procesamiento y el alarmante aumento de la violencia.

Un fenómeno que ha ocupado los titulares es la escalada de violencia en las cárceles de Ecuador. Desde 2020, estas instalaciones han sido testigo de una serie de masacres que han dejado más de 450 muertos.

Bandas criminales cada vez más poderosas, vinculadas a cárteles de la droga y a redes delictivas internacionales, compiten por el control territorial tanto dentro como fuera de las prisiones. Esta ola de violencia ha convertido a Ecuador en uno de los países latinoamericanos donde más ha aumentado la delincuencia y la inseguridad en los últimos años.

De tránsito a centro de distribución de drogas

La evolución de Ecuador en el mundo del narcotráfico no es un fenómeno aislado, sino el resultado de una serie de factores interconectados.

Uno de los principales factores es el llamado "efecto globo". La erradicación y fumigación de cultivos ilícitos en Colombia a principios de la década de 2000 generó una "transfronterización" de estos cultivos hacia Ecuador y otros países vecinos. 

Ecuador se encuentra en el centro de dos rutas principales de tráfico de drogas desde Colombia. La primera es la ruta del Pacífico, que permite la entrada de droga desde la provincia de Esmeraldas hasta los puertos del país; la segunda es la ruta del Amazonas, que dirige la droga hacia Brasil y otros países de la región.

La ubicación geográfica de Ecuador lo ha convertido en un punto estratégico para el narcotráfico, situación que se ha visto agravada por el incremento de laboratorios de procesamiento en zonas cercanas a la frontera con Colombia.

La eliminación de la base militar estadounidense de Manta en 2009 marcó un hito importante en la transformación de Ecuador en un centro de distribución de drogas. Esta base servía para rastrear las aeronaves utilizadas por los narcotraficantes y su cierre tuvo un impacto negativo en la cooperación antinarcóticos con otros países. Esta situación abrió la puerta a la penetración del crimen organizado transnacional en el país y agravó aún más la situación.

El acuerdo de paz entre las FARC y el Estado colombiano en 2016 también generó una serie de cambios en el narcotráfico, tanto en Colombia como en Ecuador. Las FARC, que anteriormente controlaban las cadenas de producción y distribución de cocaína, dejaron un vacío que fue llenado por grupos disidentes y otros actores del crimen organizado.

La frontera entre Ecuador y Colombia se convirtió en un punto de conflicto, ya que los grupos disidentes se aliaron con carteles mexicanos y organizaciones europeas, lo que desencadenó una disputa territorial y un aumento de la violencia.

La violencia en Ecuador ha alcanzado niveles preocupantes, especialmente en ciudades como Esmeraldas y Guayaquil. Las prisiones, en particular, se han convertido en campos de batalla entre varias bandas criminales ecuatorianas. La implicación de organizaciones delictivas extranjeras, especialmente carteles mexicanos, ha complicado aún más la situación. La corrupción, alimentada por el dinero de la droga, ha penetrado en instituciones clave como el sistema judicial, el sistema penitenciario, la policía y el ejército.